La libertad de elección de los padres en la enseñanza pública
Los padres tenemos derecho a decidir el tipo de educación que queremos para nuestros hijos, tenemos el derecho a elegir el centro donde cursarán sus estudios. Eso es lo que hemos escuchado hasta la saciedad cuando los centros privados hacían alguna petición. Por ejemplo, es lo que hemos oído como justificación de los conciertos de los centros privados con la Conselleria de Educación. Es lo que oímos el curso pasado como justificación del acuerdo que permitía ampliar el concierto para incluir los estudios del bachillerato en los centros privados. De esta forma los alumnos que cursan estudios de ESO en los centros privados podrán continuar en el mismo centro mientras continúan sus estudios.Lo que no sabíamos los padres que hemos optado por la red pública de centros de enseñanza es que el derecho de elección sólo es aplicable a los padres que han optado por llevar a sus hijos a un centro privado concertado. Los demás nos tenemos que aguantar con las decisiones caprichosas, inexplicables e injustificadas de los responsables educativos de nuestra Comunidad. ¿Con qué criterio se nos impide que nuestros hijos puedan continuar en el mismo centro en el que han cursado la ESO? ¿Qué criterio de eficiencia se aplica para ofertar sólo 35 plazas de 1º de Bachillerato en la modalidad de Ciencias en el IES San Blas de Alicante que tiene una petición de matrícula de cerca de 60 alumnos?
Un buen número de estos alumnos se verá obligado a desplazarse a otro centro. Lo curioso del asunto es que llevamos ya varios cursos con dos grupos en esa modalidad de 1º de Bachillerato. Cuando se piden explicaciones se nos dice que hay plazas en la zona suficientes para atender a estos alumnos, que no se van a quedar sin estudiar. Ya. Cierto. Eso mismo pasaba antes de concertar el Bachillerato, la red pública de centros disponía de plazas suficientes en la zona para los alumnos de la privada, pero se justificó el concierto con el derecho de elección de los padres. La Conselleria fue diligente a la hora de atender ese derecho, la misma diligencia y determinación que muestra ahora para negárnoslo.
Tal vez se trate de un castigo a ese colectivo de ciudadanos irreductibles que apuestan por una enseñanza pública y laica, que se niegan a aceptar los nuevos tiempos: la privatización de los servicios públicos para mayor gloria de los bolsillos privados. O tal vez sea porque pagamos menos impuestos y, por tanto, tenemos menos derechos. No sabemos. Los designios de nuestros responsables educativos son opacos para nosotros. La eficacia y la optimización de la oferta educativa no puede ser el objetivo que hay detrás de decisiones como ésta. Nada cambia en la configuración y en gasto de los centros de la zona por reducir un grupo de Bachillerato en nuestro centro. Pero sí que es una piedra más, una zancadilla más en el camino de la enseñanza pública, como lo es la asimetría que permite la Conselleria en el reparto de los problemas educativos: barracones para la pública, cesión de terrenos para la privada, alumnos con necesidades para la pública, nada para la privada, etcétera.
Por todo esto exigimos el mismo trato que se les dispensa a los padres que han optado por los centros concertados, que se nos reconozca el mismo derecho de elección, que se respete nuestra libertad de elección. ¿Es mucho pedir? No pedimos la luna, es algo tan simple como un trato igualitario.
Alfredo Esteve Carrillo
Presidente de la AMPA
IES San Blas de Alicante
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